La gastroenteritis y la salmonelosis son dos enfermedades diferentes que pueden ser causadas por distintos agentes infecciosos.
La gastroenteritis es una inflamación del estómago y los intestinos que puede ser causada por virus, bacterias o parásitos. La gastroenteritis viral, por ejemplo, se propaga principalmente a través del contacto directo con personas infectadas o por contacto con superficies contaminadas, como manijas de puertas, interruptores de luz y otros objetos. La gastroenteritis bacteriana, por otro lado, puede ser causada por alimentos o agua contaminados con bacterias como E. coli, Salmonella y Campylobacter. En este caso, la infección se produce al consumir alimentos o agua contaminados.
La salmonelosis, por su parte, es una infección bacteriana causada por la bacteria Salmonella. Esta enfermedad también se propaga principalmente por la ingestión de alimentos contaminados con la bacteria, como carne cruda o poco cocida, huevos crudos o alimentos que han estado en contacto con superficies contaminadas con la bacteria. También es posible contraer la infección a través del contacto directo con animales infectados o sus excrementos.
Para prevenir la propagación de estas enfermedades, es importante mantener una buena higiene personal, lavarse las manos con frecuencia, cocinar los alimentos a temperaturas adecuadas y evitar el contacto con personas o animales infectados.
Los síntomas de la gastroenteritis y la salmonelosis pueden variar de leves a graves, dependiendo de la causa y la gravedad de la infección.
Los síntomas de la gastroenteritis pueden incluir:
- Diarrea acuosa o con sangre
- Náuseas y vómitos
- Dolor abdominal y cólicos
- Fiebre
- Dolor de cabeza y dolor muscular
- Fatiga
Los síntomas de la salmonelosis pueden incluir:
- Diarrea acuosa o con sangre
- Náuseas y vómitos
- Dolor abdominal y cólicos
- Fiebre
- Dolor de cabeza y dolor muscular
- Pérdida de apetito
En algunos casos, la infección por Salmonella puede propagarse a otras partes del cuerpo, como la sangre, los huesos o el sistema nervioso, causando enfermedades más graves.
Es importante buscar atención médica si experimenta síntomas graves, como diarrea con sangre, fiebre alta, debilidad extrema o signos de deshidratación, como sequedad en la boca, sed extrema, orina oscura o disminución de la producción de orina.